Desde Santiago de Chile por parte del portal cultural «absentamusical.com» una nueva Review de nuestro disco «Diez tragos»
http://www.absentamusical.com/big-bang-diez-tragos-2012/
El segundo disco de los españoles Big Bang es una máquina expendedora de riffs, en la que el grupo se mueve con destreza entre el Rock y el Metal alternativo, con un manejo milimétrico de los medios tiempos. La ecuación es la siguiente: 10 tragos, diez canciones, y un Rock maduro con sabor a progresivo, correcto y bien ejecutado. Los barceloneses pulen sus canciones con pulcritud en esta su segunda placa, apostando por un Rock rico en técnica y con una base rítmica poderosa. Los rufianes detrás de este asalto al Rock son Manuel Rubiales (voz), Sisco Carrasco (batería), Rafa Caamaño (bajista) y Francisco Rubiales(guitarras).
La experimentación que desarrolla la banda en estas diez canciones bien podría paralizar a algunos en su primera escucha, hay códigos por descifrar, giros por comprender y matices que asimilar. Sin embargo, cada nueva escucha será un aporte para esa asimilación y posterior apreciación de las composiciones.
En canciones como Ver llorar desiertos, la banda teje un entramado musical gigantesco y tremendamente atractivo, con percusiones de inspiración tribal y una escalada progresiva que por momentos recuerda a Tool. Ese efecto atmosférico de calma y tormenta tan bien logrado, unido a la versatilidad interpretativa y dramática de su vocalista, la convierte en una de las mejores canciones de Diez Tragos. Crucifícame, otro trago a destacar, posee una bellísima introducción, con voz femenina y una interesante línea de bajo, a la que se suman guitarra y batería, desarrollando un tema nada explosivo, sino más bien contenido, pulcro y efectivo. Mientras cortes como No soy un ángel y Soy inmortal, podrían sonar perfectamente en una radio emisora que tenga un mínimo de respeto por el Rock. La versatilidad deBig Bang y esa mezcla de técnica y poder, son sus mejores credenciales, y vaya que hacen notar los 10 años de carrera que llevan encima.
Para el final, el caos de Franco is Dead, canción que cierra el disco y que obviamente está dedicada al dictador. Una suerte de exorcismo musical, lleno de discursos que caen aplastados por la fuerza del Rock, con un texto que corona y abrocha en el epílogo un contundente y merecido “Hijo de puta”.
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